La Soledad no Deseada y las personas mayores
¿En qué consiste?:
Básicamente consiste en la percepción de las personas mayores, especialmente las que residen solas, de que no cuentan con ayudas suficientes para sus cuidados o con las personas que puedan ayudarles en sus necesidades.
Es lógico que en estos tiempos de confinamiento, oficial y/o voluntario esta sensación se agudice.
Por si sola la Soledad No Deseada no consiste en una enfermedad, pero está estrechamente vinculada a algunas como la depresión, trastornos de ansiedad y otras patalogias. Es por tanto un estado anímico que puede tener consecuencias graves para la salud y por tanto debe ser un objetivo prioritario respecto de la atención a las personas en edad avanzada que residen solas.
SND o Soledad No Deseada: ¿Qué podemos hacer?.
A la Soledad No Deseada se le puede dar respuesta. Aquí van algunas propuestas para cuando volvamos a una situación sin tantas restricciones como la actual:
- Actualiza tu vida: Adecúa tus actividades a tu situación tratando de huir del estrés habitual. Si eres una persona mayor trata de organizarte para disponer del tiempo para tí y realizar nuevas tareas que se ajusten a tu estado. Hay muchas oportunidades que en cuanto volvamos a una situación sin restricciones puedes explorar: Escuelas de adultos, matricularte en los cursos para mayores en la Universidad, voluntariado en asociaciones, recursos en entidades para mejorar tu memoria y la capacidad cognitiva, aprender pintura, dibujo, música… todo menos encerrarte en casa.
- Establece horarios para distribuir las actividades de manera que te cunda el día y cúmplelos. Lo peor que se puede hacer es abandonarse y quedarse en la cama, dejando pasar el tiempo.
- Realiza las comidas, (todas) a las horas adecuadas. No te saltes los momentos de «coger fuerzas» que se puede producir si solo comes «cuando sientas hambre». Una falta adecuada de alimentos puede generar efectos negativos.
- Marca tus ritmos de la manera correcta. Haz una lista de cosas pendientes y acomételas. Nada de abandonarse delante del televisor a pasar horas perdidas.
- Manten las actividades diarias, limpiando, ordenando, (siempre que te sea físicamente posible). Haz tareas que te distraigan.
- No te dediques simplemente a pasar el tiempo. Busca tareas y actividades que tengan sentido para tu vida.
- Haz pequeños cambios en tu día a día. Busca recursos culturales gratuitos, aunque no haya nadie que te acompañe a verlos. La relación con la soledad tiene mucho que ver con nuestra actitud hacia ella. Vivir solo no implica vivir en soledad.