Cuento sobre el amor verdadero

Cuento sobre el amor verdadero “ERASÉ UNA MAÑANA AGITADA”.

Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de su pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am. .

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Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo vi mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.

Mientras le realizaba las curaciones, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.

El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.

El me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.

Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.

Me respondió que hacía tiempo que ella no sabía quién era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.

Y entonces le pregunté, “Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?”. El sonrió y me acarició la mano y me dijo: “Ella no sabe quién soy, pero yo aún se quien es ella.”

Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé, “Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida”. El Amor Verdadero no es físico, ni romántico.

El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será. “La vida no se trata de cómo sobrevivir a una tempestad, sino cómo bailar bajo la lluvia”.

Un cuento de amor, año 2023

Había pasado mucho tiempo desde aquella agitada mañana en el hospital, pero la historia del amor verdadero aún se contaba en la ciudad. En el 2023, el mundo había cambiado de muchas maneras, pero el valor del amor y la compasión seguía siendo una constante en la vida de las personas. Esta vez, la historia se centraba en un servicio de ayuda a domicilio, donde el amor seguía siendo el protagonista.

Era un día soleado de la nueva década, y María, una cuidadora a domicilio de unos 50 años, se encontraba en la casa de Don José, un anciano de 85 años que necesitaba asistencia diaria. María había estado cuidando de Don José durante varios meses, y habían desarrollado un vínculo especial.

Un día, mientras María ayudaba a Don José a realizar sus ejercicios de rehabilitación, él le mencionó que tenía una cita importante esa tarde. María, curiosa, le preguntó en qué consistía esa cita tan relevante. Don José, con una sonrisa amable en el rostro, le contó que iba a visitar a su esposa en la residencia de ancianos donde ella vivía.

María se sorprendió, sabía que la esposa de Don José tenía Alzheimer y había estado en el hogar de ancianos durante años. Le preguntó a Don José si su esposa lo reconocía cuando iba a visitarla. Con una mirada nostálgica, Don José respondió: «No, María, ella ya no sabe quién soy desde hace mucho tiempo, pero eso no me impide visitarla».

María se sintió conmovida por la dedicación de Don José y le preguntó por qué seguía yendo si su esposa no lo reconocía. Don José le respondió con sabiduría: «Porque yo aún sé quién es ella. Aunque ella no me reconozca, yo sé que en algún rincón de su corazón, el amor que compartimos todavía existe».

Aquella historia dejó una profunda impresión en el corazón de María. Entendió que el amor verdadero no depende de las circunstancias, las apariencias o la memoria. El amor verdadero es la capacidad de aceptar a alguien tal como es, sin importar las adversidades que la vida pueda presentar.

Desde aquel día, María cuidó de Don José con aún más cariño y empatía, sabiendo que el amor que compartían iba más allá de las palabras o el reconocimiento físico. A medida que los años pasaban, su conexión creció, recordándoles a ambos que el amor verdadero trasciende las barreras del tiempo y las limitaciones de la mente. En el 2023, su historia se convirtió en un ejemplo de amor incondicional y compasión en un mundo que, a pesar de los cambios, aún valoraba los lazos profundos y genuinos que nos unen a los demás.